En el vídeo de presentación se lanza la pregunta "¿qué emociones serían útiles para un proceso de creación de una obra de teatro con tus alumnos y cuáles para un examen de literatura?". Al principio he intentado diferenciar esas emociones porque la acción a desempeñar me parecían muy diferentes en ambos casos, pero luego al enfocarme sobre las emociones, veía necesarias para ambos procesos las mismas emociones.
El comprender las emociones es una habilidad compleja, saber qué las causa, qué consecuencias lleva, qué diferencias hay entre tu emoción y la mía... Las claves que nos dan en el curso son principalmente dos: darles voz y hacer un ejercicio de reflexión para saber cómo hemos llegado a esa emoción. También nos hablan de la dualidad de los sentimientos: recordar un viaje y sentir cariño pero también añoranza o tristeza; empezar un nuevo trabajo produce ilusión y alegría pero también inquietud.
Por otro lado, en esta unidad también se habla de facilitación emocional. Una herramienta muy útil para poder aprovechar nuestras emociones para realizar una u otra tarea. O incluso se habla de la posibilidad de llegar a generar emociones. Sería como recordar qué situación te hace sentir tal emoción y luego recordar esa emoción que me ayudará a realizar una tarea o superar una emoción.
Si nos ponemos a hablar de regulación y gestión de las emociones, la cosa se complica. No solo se trata de atender a nuestras emociones sino de aprender a gestionarlas y actuar de manera reflexiva y efectiva. ¿Y cuál es la clave para lograrlo? Como en la mayoría de los casos, "practicar, practicar y practicar" usando una serie de estrategias de regulación. Dentro de estas estrategias encontramos las cognitivas, de manejo fisiológico y conductuales. Yo suelo usar más estrategias cognitivas/reflexivas, aunque es ponerse un capitulito de Netflix y se me pasa todo.
El reto 2: objeto emocionado. Nos proponen en esta actividad identificar situaciones que me provoquen las siguientes emociones: tristeza, alegría, asco, ira y vergüenza. Para luego comparar si alguien cercano relacionaría esas emociones con las mismas situaciones. En tristeza y alegría compartimos situaciones. La tristeza de recordar a gente que ya no está o la alegría que produce compartir tiempo con la familia. El asco y la ira han sido aspectos más debatidos. Sobre la vergüenza no hay duda, lo de no querer ser el centro de atención es cosa mía.
A partir de esa emoción se nos ha pedido explorar ese sentimiento, conocer causa, consecuencia y estrategias. Todo eso transformarlo en un pequeño guión y representarlo con objetos.
Aquí os dejo el resultado.
He de decir que ha sido una práctica interesante y divertida. Cuando vuelva a vivir una situación parecida, igual recuerde el vídeo, me saque una sonrisa; y sepa gestionar mejor esa emoción.
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